Las artesanías, principalmente las textiles, son el mayor atractivo que tiene la Fiesta del Poncho. Y los artesanos, sus principales protagonistas.

Recorrer la muestra artesanal de la Fiesta -que se extiende a lo largo de varios pabellones- permite adentrarse en el patrimonio cultural de Catamarca, alimentarse de saberes que se transmiten de generación en generación, y maravillarse con el ir y venir de las manos mágicas de los artesanos que, con paciencia infinita, van haciendo “aparecer” sus creaciones.

Artesanías en cuero, en madera, en piedra, en metal, en cerámica son clásicos a encontrar en la fiesta. Pero sin dudas, el arte textil de hilanderos y tejedores es el que da renombre a Catamarca, no solo en el país sino fronteras afuera.

Prendas de vicuña, llama y oveja, que conservan los colores naturales de la fibra y otras veces asumen los tintes naturales de frutos y hojas se pueden ver, tocar y por supuesto comprar como parte de la visita a la Fiesta del Poncho.
Los telares forman parte de los stands de los tejedores, no como meros elementos decorativos, sino como aliados indispensables en su trabajo, de dedicación y delicadeza admirables.

Quienes visitan la Fiesta del Poncho no solo pueden conocer la producción artesanal de Catamarca. A cada paso se encuentran con artesanos que, sin mezquindades, comparten los saberes sobre sus oficios y sus valiosas historias de vida.