Es un espejo de agua artificial que se encuentra en el departamento de Ancasti, a unos 9 kilómetros de la villa veraniega de Anquincila.
Este dique está emplazado en una garganta serrana. El lugar de un clima excepcional atrae por su belleza y se ha convertido en un verdadero paraíso para los amantes de la pesca deportiva. Un lugar increíble, con una vista y paisajes fantásticos para realizar trekking y tomar las mejores fotografías.